La palabra Katana se refiere a un tipo particular de sable de filo único, curvado, tradicionalmente utilizado por los samuráis a partir del siglo X, cuando los chinos de la dinastía Song introdujeron en Japón una espada curva conocida como "destripadora de caballos", nombre dado por ser un arma utilizada en combate contra la caballería pesada para destripar el vientre o atacar los cuartos delanteros del caballo.
La katana era utilizada principalmente para cortar y, debido a su capacidad de producir heridas muy severas, era considerada una especie de "guillotina de mano". Se le desenvaina con un movimiento axial de rotación, llevando el filo hacia arriba y se le puede blandir con una o dos manos (siendo esta última modalidad la tradicional).
Aunque el arte del manejo del sable japonés, según su propósito original, ha quedado en la actualidad casi obsoleto, el kenjutsu (conjunto de técnicas de sable) dio origen e influyó poderosamente los rituales, las técnicas y las tácticas de varios gendai budo, o artes marciales tradicionales modernas, como el Aikido, el Iaido, el Karate Do, el Kendo, el Ninjutsu, e inclusive al Judo.
Muchas técnicas provenientes de varias escuelas samurái clásicas siguen practicándose hoy especialmente en las artes marciales tradicionales del Ninjutsu, y en el Aikido. Mientras tanto, la esencia de su manejo persiste en el arte del iaido (antiguamente iai jutsu), que es el arte de "desenvainar cortando" y en las formas del kendo (camino del sable) en donde se maneja una réplica del sable hecha en bambú llamada shinai, y se usa como protección una máscara/casco (men) y una armadura (bogu).
Debido al carácter curvo de su hoja y a su único filo, la katana debe ser considerada realmente un sable. Como tal, está fundamentalmente orientada al corte más que a la estocada.
Su curvatura única, no se debe a que el arma se haya concebido así desde su creación , sino se debe a cambios del acero al momento de enfriarlo en agua con sales especiales, es decir, durante el proceso de endurecimiento, la hoja de acero se cubre con arcilla y polvo de carbón, al sacar la hoja de la forja, ésta tiene una temperatura de 800 grados celsius.
El sable de la espada katana suele recibir 3000 golpes de martillo para ser elaborado. La capa de arcilla muy fina en el filo se enfría rápidamente lo que le proporciona su filo excepcional, contrario en el cuerpo del arma, el cuál está cubierto por una capa más gruesa de arcilla, esto hace que se enfríe lentamente conservando una mayor ductilidad, los cambios estructurales que tienen lugar durante el proceso de enfriamiento, curvan la Katana hasta darle su característica forma.
Las espadas japonesas y otras armas cortantes eran fabricadas mediante un elaborado método de calentamiento reiterado, plegando y uniendo el metal. Esta práctica se originó debido al uso de metales altamente impuros. El pulido le brinda un filo excelente al sable japonés.